miércoles, 24 de abril de 2013

DEPURACIÓN EXTRARRENAL

A pesar de que estando en la UCI no hemos tenido oportunidad de ver mucho un hemofiltro, el primer día se nos mandaron unos protocolos para ir mirando, y entre ellos había uno de hemodiálisis. Además, en el segundo caso a resolver de los ejercicios mandados por parte de la universidad, en una de las partes se centraba en la hemodialfiltración venovenosa contínua, por lo que también tuvimos que buscar información sobre ella.



Al ver la importancia de este tema, le pregunté a parte del personal si había información sobre la hemodiálisis en los ordenadores, pero lo único y más interesante que había era el protocolo que los alumnos ya teníamos, pero uno de los enfermeros se ofreció a tarerme unas presentaciones que tenía en casa y que estaban muy bien.

Lo primero es saber qué es  la depuración extrarrenal:

Se basa en comunicar a través de una membrana semipermeable el torrente sanguíneo con un líquido preparado determinado y mediante la puesta en marcha de los mecanismos de transporte de solutos, modificar la composición de ambos (sangre y líquido preparado) Los mecanismos básicos de transporte de solutos son :Difusión y convección. En cada técnica intervienen uno, otro o ambos

Esta técnica se utiliza para "limpiar" la sngre del paciente cuando existe algún fallo renal (y él mismo no puede eliminar las sustancias tóxicas), o en situaciones más específicas como una intoxicación.
Para quitar estas sustancias tóxicas de la sangre del paciente hay dos técnicas que se utilizan:

a) Difusión: El movimiento de los solutos por difusión se basa en el movimiento aleatorio molecular. En este movimiento aleatorio las molécuas colisionan a veces con la membrana y, si lo hace contra un poro de la membrana de suficiente tamaño, la molécula pasará a la solución adyacente. Estos movvimientos se producen de la solución con más concentración a la que tiene menos concentración (con el tiempo suficiente este gradiente de concentración desaparecería quedando las dos soluciones en equilibrio). La tasa de difusión dependerá del tamaño de las moléculas, ya que las pequeñas y de menos peso tendrán más velocidad y colisionarán más veces con la membrana, y al ser pequeñas pasarán por sus poros. En el caso de moléculas grandes la velocidad será menor, por lo que los choques serán infrecuentes y los poros de la membrana pueden ser más pequeños que ellas, impidiendo su paso.



b) Ultrafiltración (convección): Se produce cuando el agua es empujada a través de la membrana por una fuerza osmótica o hidrostática. Los solutos que pasan por los poros de la membrana son eliminados junto con el agua, que los  arrastra. El agua se moverá de la solución con más concentración a la de menos concentración. Este tipo de transporte se realiza por  diferencia de presión entre las dos soluciones.


Una vez conocidos los mecanismos por los que se lleva a cabo la depuración extrarrenal, se deben conocer sus diferentes tipos:


A ) Diálisis peritoneal: En esta técnica el compartimento de mayor presión osmótica es la cavidad peritoneal, en la cual introducimos un liquido de mayor presión osmótica que la sangre. La membrana semipermeable que los separa es el peritoneo.
No se utiliza en pacientes críticos porque:
1) No se puede aplicar en pacientes intervenidos de cirugía abdominal
2) Las pérdidas de líquido son limitadas.

B ) Hemodiálisis: Se basa en la difusión .Se recomienda menos,  sobre todo en pacientes críticos (hemodinámicamente inestables) porque los somete a flujos elevados de sangre pérdidas de agua corporal elevadas y bruscas, así como a la cesión brusca de electrolitos y otras sustancias que pueden provocar el llamado síndrome del desequilibrio (dolor abdominal, cefalea, etc.).

C )Hemofiltración: Se basa en la convección. Los solutos pasan a través de los poros de la membrana sin requerir gradiente de concentraciones.

D )Hemodiafiltración: Es una combinación de hemofiltración y diálisis. Consiste en introducir en el compartimiento de ultrafiltrado un flujo continuo en dirección contraria de una sustancia dializante por lo que añadimos difusión al mecanismo de funcionamiento del hemofiltro, siendo esta una técnica mucho más completa.


En lo que me quiero centrar sobre todo en el blog de hoy es en los cuidados por parte de enfermería en las técnicas contínuas de remplazo renal:

Cuidados propios del paciente:
a) Si su estado lo permite, debe ser informado de la técnica a realizar y de sus posibles riesgos
b) Acceso vascular: se recomienda la vena femoral, y sus complicaciones son como las de otras vías centrales.
c) Control de parámetros clínicos y hemodinámicos
d)Control de infección por ser pacientes críticos susceptibles, extremar la asepsia.
e) Controles analíticos
f) Control de peso
g) Balance de líquidos

Preparación del circuito
a) Colocar el kit en la máquina
b) Colocar las soluciones
c) Purgar el sistema
d) Conectar el sistema al paciente siguiendo las instrucciones de la máquina

Durante la técnica
a) Paciente cómodo evitando movimientos bruscos y acodamiento del catéter
b) Registro horario de constantes y vigilar Tª por pérdida de calor al pasar la sangre por el ciruito
c) Ajustar bien las conexiones evitando desconexiones accidentales o entrada de aire al circuito
d) Control de balance por turno
e) Control de presiones reflejadas en el monitor

Desconexiones especiales
a) Cambios programados del circuito (cada 48 horas)
b) Desconexiones temporales (TAC, pruebas especiales)

Estas cosas son las que hay que hay que tener muy en cuenta a la hora de manejar a un paciente con depuración extrarrenal, además de conocer los parámetros de las presiones más importantes que refleja la máquina y saber qué significan, para poder solucionar el problema si lo hubiese.

Se me hace muy complicado tratar con estas máquinas y realizar esta técnica, creo que hay que saber muchas cosas, pero creo que a base de manejarlo se puede llegar a un buen entendimiento y conocimiento de esta técnica.

  • Enríquez Luna M, García S. Técnicas contínuas de reemplazo renal.
  • Daga D, Fonseca F, Gainza FJ, Herrera M, Maynar J, Pérez M, Prieto E, Rojo S, Sánchez JA, Seller G. VII Cuerso práctico para enfermería sobre Técnicas Contínuas de Depuración Extracorpórea.

martes, 23 de abril de 2013

ELECTROCARDIOGRAMAS

Desde que he empezado la rotación en la UCI, me he dado cuenta de que una de las cosas más importantes y que hay que saber controlar son los electrocardiogramas.



Foto de una týcnico realizando un electrocardiograma.

Realización de un electrocardiograma

"El electrocardiograma (ECG) es un estudio de rutina que se realiza para observar la actividad eléctrica del corazón. El electrocardiograma puede suministrar mucha información sobre el corazón y su funcionamiento. Con este estudio es posible averiguar más sobre el ritmo cardíaco, el tamaño y funcionamiento de las cavidades del corazón y el músculo cardíaco. El electrocardiograma de una persona sana presenta un trazado particular. Cuando se producen cambios en ese trazado, el médico puede determinar si existe un problema." 

http://www.texasheartinstitute.org/HIC/Topics_Esp/Diag/diekg_sp.cfm

En la carrera nos dieron una clase sobre electros, pero lo cierto es que fue muy por encima y no nos enteramos mucho del tema. Por ello, tras el primer seminario que dimos en el hospital, se nos ofreció dar uno de electros y lo escogimos.
En principio el seminario estaba pensado para darlo en hora y media, pero con la mala base que llevábamos se alargó un poco más.

El seminario era de lo más básico sobre electrocardiogramas, ya que no nos podíamos extender mucho y la finalidad era que, por lo menos, supiésemos reconocer un electro normal para que al ver uno diferente nos llamase la atención y diferenciar que ese paciente no está bien.

Empezamos por lo más básico de todo: conocer de dónde sale el impulso eléctrico que hace que el corazón se contraiga.
El impulso del corazón (de manera fisiológica), se produce en el nodo sinusal del corazón, el cual se encuentra en la aurícula derecha. De ahí pasa al nodo auriculoventricular y más tarde al haz de His, que se divide en dos ramas.
Este impulso se produce entre 60 y 100 veces por minuto, que se denominaría frecuencia cardíaca, las veces que se contrae nuestro corazón.

Tras esto, repasamos lo que era cada onda del electro. La onda P, que es la primera que aparece, es la contracción auricular del corazón. Debe ser positiva y estar muy cercana al complejo QRS.
El complejo QRS es la visualización gráfica de la contracción ventricular. La Q y la S son negativas, y la R siempre es positiva.
La onda T nos indica la repolarización del ventrículo, es decir, la relajación.


A esto es a lo que llamaríamos ritmo sinusal, es el ritmo fisiológico del corazón. Todo lo que se salga de aquí debe llamárnos la aatención porque nos dice que algo está pasando con el corazón de ese paciente.

Después de repasar esto comenzamos a ver las bradiarritmias y las taquiarritmias, sus diferentes tipos´, lo que significaba cada una y cómo se debía actuar ante ellas.

Según avanzábamos en el seminario, más cuenta me daba de que no tenía ni idea de electricardiografía. Empecé a plantearme el estudiar m´´as sobre ello porque es muy importante para calquier paciente que la enfermera (sobre todo en unidades monitorizadas) sepa qué está viendo. Ya no me sirve con saber lo que es un ritmo normal y diferenciar cuándo hay algo raro, quiero aprender más sobre ls electrocardiogramas, porque me he dado cuenta de la gran cantidad de información que nos dan sobre un pacientee.
Aprender qué le ocurre al corazón según las ondas que yo vea en el electricardiograma y saber actuar en consecuencia: si tengo que avisar al médico, si hay que poner alguna medicación...

Una tarde de la semana pasada no hubo mucho lío y aproveché para mirar un poquito en los ordenadores qué había sobre eletros. Encontré en una carpeta un curso de electros, y en él había una presentación con varias imágenes de electrocardiogramas para ir viéndolos y sabiendo qué eran.

Me puse a mirarlos y dos enfermeras se sentaron conmigo y me preguntaban sobre lo que veía y me ayudaban si algo no lo entendía o si me equivocaba. Me gustó mucho que se preocupasen por estar conmigo y ayudarme en lugar de aprovechar ese rato para hacer sus cosas, y se lo agradezco un montón. De hecho, una de ellas era la enfermera con la que yo estaba esa tarde, y alguna vez si había que ir a quitar alguna medicación a algún paciente porque se había acabado, o si sonaba alguna bomba y yo me levantaba, me decía que no fuese. Que me quedara aprendiendo que iba ella un segundo.

No muchas veces te encuentras con gente tan dispuesta a enseñarte cuando rotas en algún servicio, y cuando eres alumno se agradece mucho el que estén pendientes de tí en ese sentido, porque lo más importante para nosotros es aprender, y muchas veces solos no podemos.

Espero que el día de mañana, si me encuentro en la misma situación de llevar a algún alumno, poder ser capaz de enseñarle todo lo posible y hacerle sentir igual de bien que me hicieron sentir a mí el otro día.

jueves, 18 de abril de 2013

LA IMPORTANCIA DE LOS GUANTES

Como ya he comentado anteriormente en otras entradas es muy importante la limpieza y asepsia en la UCI.



Desde el primer dia en la universidad siempre se nos ha dicho que es muy importante el cambio de guantes entre un paciente y otro, y que la higiene de manos es imprescindible. Pero en la UCI esto se magnifica, ya que se trata de pacientes críticos.

Se sabe que uno de los motivos por los que un paciente en la UCI puede contrarer una infección, es porque el propio personal sanitario puede ser el transmis mor de la misma de un paciente a otro.

Por ello se extrema el cuidado de higiene de manos, cambio de guantes, uso de medidas de aislamiento...

En el primer seminario que se nos impartió en el hospital, se nos recalcó la importancia del cambio de guantes cuando se va a manipular la vía aérea. Cualquiera de las partes de la ventilación mecánica, desde coger el propio tubo hasta tocar las tubuladuras que van al respirador, son una puerta para que el patógeno llegue hasta el interior del paciente.
Se deben cambiar siempre los guantes antes de manipular la vía aérea, aunque llevemos otros puestos.


La medida más importante para la prevención y control de las infecciones nosocomiales es
la higiene de manos. Esto es así porque la forma más frecuente de transmisión de microorganismos
patógenos entre pacientes se produce a través de las manos del personal
sanitario (transmisión cruzada). La “fuente” de estos microorganismos la forman no sólo los pacientes
con infecciones producidas por estos microorganismos, sino también aquellos pacientes que
están simplemente colonizados por los mismos (en la piel, aparato respiratorio, digestivo, secreciones,
etc), es decir, que no muestran síntomas o signos de infección. Otra fuente de adquisición
de microorganismos en las manos del personal son las superficies ambientales en contacto directo
con el paciente infectado o portador (mobiliario cercano, aparataje, etc.). La higiene de manos es,
además, una medida básica de protección del personal sanitario.

En la unidad no he visto a mucha gente que lo haga, de hecho durante la práctica solo una persona me dijo que debía cambiarme antes de manipular la vía aérea.

A mí se me hace muy difícil recordar que me tengo que cambiar de guantes me cuesta hacerlo. Cuando, por ejemplo, constanteo a un paciente y en el momento noto que tiene secreciones que no puede espectorar, pienso en aspirarle y no se me ocurre el cambio de guantes en el momento. Si que utilizo uno de los especiales para coger la sonda de aspiración pero realizo la técnica con los guantes que llevaba puestos anteriormente.

Sé que es complicado adaptarse a ciertas maneras de trabajar, aunque sea simple despiste (como lo mío, ya que mientras aspiro me viene a la cabeza que tenía que haberme cambiado), pero supongo que a base de saberlo y recordarlo al final lo haré de forma instintiva.

miércoles, 17 de abril de 2013

REACCIONAR

La semana pasada tuvimos un caso de un paciente al que había que realizar una fibrinolisis. Tenía obstrucción en las coronarias, lo que le había provocado isquemia e infarto.

Nunca habíamos visto cómo se realizaba una fibrinolisis: no ssbíamos qué había que hacer, qué medicamento usar,  cómo controlar al paciente... Por lo que mi compañera (que llevaba al paciente) y yo vimos el procedimiento por primera vez.
He buscado información sobre la fibrinolisis y su realización, para la gente que no sabe lo que es y para recordarla yo misma:

El objetivo en el tratamiento del IAM es lograr la reperfusión de la arteria ocluida lo más rápidamente posible y, por tanto, realizamos la fibrinolisis en el área de urgencias ante la presión asistencial y/o ausencia de camas en UCI, debido a que el tiempo que transcurre es fundamental.
Fibrinolisis : disolución de la fibrina por acción de las enzimas.



Todos los fármacos fibrinolíticos comparten su mecanismo de acción, el de ser activadores del plasminógeno.
  • Mejor supervivencia de 2-4 vidas salvadas por cada 100 pacientes.
  • Reducción de la mortalidad 25-50%, siendo estos tiempo-dependientes y máximo beneficio 60-90 minutos.
  • Reducción del área de infarto y mejor función ventricular.
Se indica en pacientes con dolor torácico isquémico de menos de 12 horas de evolución, con un segmento ST supradesnivelado mayor a 1 mm en dos derivaciones de los miembros y > 2 mm en dos derivaciones contiguas precordiales, existencia de un bloqueo completo de rama izquierda de nueva creación.
Mi compañera realizó la infusión del fármaco fibrinolítico a traves de una vía venosa periférica en el miembro superior izquierdo. Ya solo quedaba esperar.
Se le dijo al paciente que si notaba cualquier cosa nos avisase: disminución o aumento del dolor, mareo...

Una de las situaciones que podían darse tras la infusión del fármaco era una bradicardia, pero era un buen síntoma.
En el caso de nuestro paciente hubo un momento de tensión en el que llegó a una FC de 20 lpm.
Al preguntarle al paciente nos dijo que estaba empezando a marearse y que tenía la visión borrosa.

En ese momento la enfermera comenzó a pasarle atropina y nos pidió que le cargásemos otra ampolla y una jeringa con suero.

Nunca me había encontrado en una situación de urgencia y en cierto modo era algo que me preocupaba bastante,  porque temía que el día de mañana cuando esté trabajando, me ocurra algo así y solo pueda quedarme quieta.
Gracias a este caso he comprobado que, por lo menos, soy capaz de reaccionar y hacer lo que me dicen. Poco a poco espero ir aprendiendo más y ser capaz de saber qué es lo que tengo que preparar ante una de esas situaciones.

Para mí ha sido una experiencia muy importante porque siempre me ha llamado mucho la atención el trabajo de la urgencia y, sobre todo, la atención extrahospitalaria, pero nunca he podido comprobar si valgo o no para ello.

Gracias a este caso me siento capaz de trabajar en ello si me lo propongo  ya que siento que ha sido como una primera prueba, un primer paso, y en lugar de agobiarme me siento capaz.

miércoles, 10 de abril de 2013

TERCER VERSUS: ¿DEJARLAS O NO?

Desde que llegamos a la UCI se nos ha insistido mucho en realizar cualquier técnica de la manera más limpia posible.  Nos contaron que se siguen dos principios básicos: bacteriemia zero y neumonía zero. En pacientes críticos es muy importante una extrema limpieza en las técnicas, ya que cualquier bacteria puede provicar daños muy graves en un paciente de estas características.

Se nos impartió un seminario sobre bacteriemia zero, pero para estar más segura de lo que escribo, y para quien no lo conozca, he buscado información al respecto:


"La bacteriemia asociada a CVC era una de las infecciones relacionadas con dispositivos más frecuentes en las UCI españolas. De acuerdo a un estudio en nuestro país, la BRC adquirida en UCI tiene una mortalidad relacionada de 9 días y un alargamiento de la estancia de 12 días.
El objetivo principal del proyecto fue reducir la DI de BRC a <4 episodios por 1000 días de CVC. Los objetivos secundarios eran documentar todos los episodios de bacteriemia, incluidas las secundarias de otros orígenes, así como la etiología de las mismas y las características de los pacientes que las desarrollan.
El programa estaba basado en 2  brazos 1) STOP BRC, con medidas específicas y estandarizadas relacionadas con la inserción y manejo de los CVC y 2) PLAN DE SEGURIDAD INTEGRAL, con medidas dirigidas a promover la cultura de seguridad en el trabajo diario."

 
Se nos ha insistido mucho en higiene de manos, cambios de guantes, uso de gasas con clorhexidina al conectar/desonectar medicación de la vía del paciente (central o periférica)... Pero hay algo que nos dijeron solo una vez y que me llamó la atención: no se deben dejar las agujas en los botes de suero.




Creo que desde el día que empecé este rotatorio, no ha habido ningún turno en el que no me haya encontrado en algun box, un suero con la aguja utilizada para extraer el suero, todavía clavada.

Me llama mucho la atención porque es una unidad en la que se extrema la asepsia siempre, y se me hace raro que algo tan sencillo como desechar una aguja cueste tanto.
El dejar la aguja clavada en el suero abre una puerta perfecta para las bacterias, que pasan a la jeringa con la que se extrae el suero la siguiente vez. Esa jeringa va directa a la vía del paciente, a su sangre.
Quizá soy muy exagerada con este tema y, en otros más importantes, no pongo tanta atención como debería. De hecho cada vez que me encuentro una aguja en un suero la tiro.

Imagino que muchas veces se deja puesta por comodidad,  por gasto o simplemente por costumbre, y ya escribí en un blog anterior que cambiar una costumbre o una manera  de trabajar de años es muy complicado.
Pero creo que se podrían hacer cosas que ayudasen a esa transición de una costumbre a otra. Por ejemplo, se podría pegar una hoja que recuerde desechar la aguja encima de la mesa en la que está el suero. De esa manera es más sencillo acordarse.

A pesar de esto, sé que yo lo tengo más fácil porque todavía no tengo una manera concreta de trabajar, por lo que espero seguir aprovechando el rotatorio, adoptando la mejor manera de trabajar posible.

martes, 9 de abril de 2013

SEGUNDO VERSUS: ¿ DESECHAR O NO?

En el blog de hoy voy a hablar de uno de los temas de mayor controversia con los que me he encontrado en la rotación en la UCI:

Cuando se realiza la extracción de una analítica en esta planta, normalmente no se pincha a los pacientes ya que tienen vias venosas canalizsdas. De esta manera esvitamos el dolor y estrés del pinchazo al paciente.
Al extraer la analítica de una vía venosa hay que tener en cuenta que por ella pasan perfusiones y medicaciones. Por ello, al extraer la sangre para la analítica, primero se deben apartar los primeros 5cc de sangre extraídos porque están mezclados con lo que se pasa por la vía. Después se saca la sangre necesaria para las pruebas que se han solicitado para el paciente, y aquí es donde está mi duda: en este momento hay enfermeros con los que he desechado esos primeros 5cc extraídos al principio del procedimiento, por lo que solo queda lavar la vía con suero. Pero hay otros enfermeros con los que he vuelto a introducir esos 5cc del principio en la vía, y después he lavado con suero.




He preguntado varias veces el por qué lo hacen de una manera u otra.
Los que desechan los 5cc me han contestado que no vuelven a introducirlos porque, mientras se realiza el resto d la extracción, esa jeringa con 5cc está en contacto con el aire, y se contamina. Por ello no lo introducen de nuevo, porque está sucio.
Por otro lado, los que no desechan la jeringa,  argumentan su práctica basándose en que lo último publicado es que hay que reintroducir los 5cc, porque son del paciente.

Tras darle varias vueltas a la cabeza le pregunté a una compañera qué hacia ella en su hospital de prácticas. Me contestó que reintroducía el volumen extraído al principio, pero que ella rota en una UCI pediátrica y allí se hace porque los niños son pequeños  y no tienen demasisdo volumen sanguíneo, por lo que para ellos 5 cc es mucho.

Como no me sirvió de mucho (ya que yo trato con pacientes adultos, y para ellos 5cc no suponen mucha pérdida), he decidido que lo mejor era buscar bibliografía sobre el tema.
He encontrado:




No he encontrado demasiada información sobre el tema, o al menos no tanta como me hubiese gustado consultar. A pesar de ello me he hecho una idea sobre lo más adecuado, que en el caso objetivo de la lectura, sería el desechar los 5cc extraídos al principio.

Tras la lectura de estos artículos y mi propia reflexión, he llegado a la conclusión de que lo más correcto es desechar los primeros 5cc extraídos. Creo que es lo más higiénico, y por lo tanto beneficioso para el paciente. Solo en el caso de tener un sistema cerrado para la extracción de los 5cc, con posibilidad de tenerlos aislados del medio, volvería a introducirlos por la vía.

lunes, 8 de abril de 2013

PRIMER VERSUS: ¿PREOXIGENAR O NO?

Durante estas semanas en la UCI he podido aprender muchas cosas en lo referente a técnicas, pero me he dado cuenta de que algunas de ellas no están estandarizadas.
Hay técnicas que he realizado de diferente manera dependiendo del enfermero o enfermera que me tutorizase ese día, por lo que he pensado en centrarme esta semana en ello.




Siempre nos dicen que tenemos que fijarnos y aprender de cada persona que nos enseña y que , una vez hayamos terminado, debemos coger lo mejor de cada uno de ellos, lo que nos hará formar nuestra propia manera de trabajar. Creo que está muy bien que lo hagamos así, y por ello, he decidido dedicar las entradas de esta semana a aprender sobre esas técnicas que he visto variar de un enfermero a otro, buscando información. De ests manera espero encontrar la mejor evidencia científica para mejorar mi práctica clínica.

Este primer blog lo voy a dedicar a buscar información sobre la preoxigenación de pacientes con ventilación mecánica a la hora de realizar una aspiración de secreciones:

Desde que empecé he visto a enfermeros que no preoxigenaban al paciente. En ese momento estaba algo abrumada por la cantidad de cosas nuevas que estaba aprendiendo y conociendo, por lo que creo que no le presté mucha atención.
Más adelante, me crucé con una persona que preoxigenó al paciente antes de aspirarle. En ese momento "se me encendió la bombillita" de la cabeza y le pregunté por qué lo hacía. Me contestó que lo correcto era preoxigenar siempre antes de aspirar, de ese modo prevenías una desaturación por parte del paciente.
Me pareció una buena justificación con una buena base científica, por lo que elegí seguir esa práctica en mi día a día.

Todo fue bien hasta que me crucé con otra persona que no preoxigenaba antes de aspirar a la paciente que llevábamos. Al preguntarle por qué no lo hacía, me contestó que la última evidencia que se conoce en referencia a esta técnica era la de que no es necesario preoxigenar. Solo se hace en el caso de pacientes con saturaciones justas a los que preveas que una aspiración puede desaturar. Si tu paciente tiene buena saturación y buena dinámica respiratoria, la posibilidad de desaturarse es muy baja y no es necesario.

Tras esta justificación ya no sabía qué pensar: en mi opinión lo más correcto es preoxigenar siempre por seguridad, pero la evidencia científica es de determinada manera por algo, porque está demostrado que lo mejor, en este caso, es preoxigenar solo en ciertos pacientes.
Por ello me he dedicado a buscar información sobre el tema, y esto es lo que he encontrado:





Tras la lectura de todos estos artículos, la conclusión que saco de todos ellos es la misma:
Se debe preoxigenar al paciente siempre antes de aspirarle, tanto antes como después de la aspiración.
Lo más específico que he podido encontrar  es del 2010, y habla de cómo se debe preoxigenar y el nivel de evidencia:

1. La pre-oxigenación con oxígeno al 100% reduce la aparición de 
    hipoxemia inducida por la succión hasta en un 32%. (Nivel I)
2. La hiperoxigenación e hiperinsuflación antes de la aspiración
    puede reducir el riesgo de hipoxemia. (Nivel I)
3. Para prevenir disminución de la saturación de oxígeno, se 
   recomienda la preoxigenación con oxígeno al 100% al menos
   durante 30 segundos antes y después de aspiración. (Grado B)

Tras toda esta búsqueda y reflexión sobre qué me parece más correcto, opto por la preoxigenación del paciente cuando se le va a aspirar, pero la parte de oxigenar al terminar de aspirar no me convence. Solo lo realizaría en caso de que, tras la aspiración, el paciente se hubiese desaturado para ayudarle a volver a una saturación de oxígeno dentro de rango.

jueves, 4 de abril de 2013

RENOVARSE O MORIR

Hoy ha sido un dia curioso ya que ha habido un ingreso complicado, por lo que hemos podido ver varias técnicas, incluso alguna por primera vez.
Hemos visto cómo se cogía una vía central y cómo se introducía una sonda nasogástrica (SNG), y a pesar de ser una técnica normalmente sencilla, se ha complicado.

Por fin he podido ver la canalización de una vía arterial, vía muy común en la UCI y que me parecía curiosa.



Para la canalización la enfermera se ha lavado bien y se ha puesto estéril. Yo he limpiado y desinfectado la zona de inserción del catéter y ella ha colocado el campo estéril. La realización de la técnica ha sido:
1º. Localización de la arteria.
2º. Punción de la arteria con aguja.
3º. Introducción del fiador a través de la aguja.
4º. Retirada de la aguja dejando el fiador en la arteria.
5º. Introducción del catéter en la arteria, introduciendo el fiador por dentro del catéter. A la vez que se avanza el catéter se retira el fiador.
6º. Se conecta el catéter al sistema de medición de la presión arterial.
7º. Se dan los puntos para sujetar e inmovilizar el catéter.


Esta ha sido la técnica utilizada en la canalización arterial, que ha sido con un Selldinger. La enfermera que lo ha hecho nos ha contado que era la primera vez que canalizaba con ese sistema, pero que había que probarlo todo. Sus palabras han sido:
"Hay que probar las cosas nuevas, no puedes quedarte estancada".

Esto me ha dado bastante en lo que pensar, porque es totalmente cierto.
Por suerte o por desgracia hemos elegido una profesión en la que nunca se deja de estudiar, no es una ciencia exacta. Siempre hay nuevos avances en todo tipo de temas de salud,  y hay que saber renovarse y aprender de las mejoras.

En mi opinión es bonito que esto sea así ya que nos mantiene activos, buscando nuevos campos en los que especializarnos, mejorar en técnicas que utilizamos para que el paciente esté mejor... Claro que todo esto es muy bonito desde mi punto de vista, el de una estudiante.

Pero también me pongo en el lugar de cualquier enfermero que lleve años trabajando y debe ser muy duro eso de "renovarse".
Cualquier cosa que hacemos a diario se acaba convirtiendo en una costumbre,  y en el trabajo ocurre lo mismo. No es sencillo que una persona que lleva 20 años realizando una técnica o un cuidado de una manera, lo cambie de un día para otro por mucho que sepa que la evidencia científica sobre ello se ha modificado.
El ser humano es muy de costumbres, por lo que debe resultar muy difícil esta profesión en este sentido pero, ¿no es así más interactiva, e incluso más divertida?

PRIMERAS VECES

Hoy ha sido un día complicado en la unidad. Ha habido un ingreso complejo, por lo que la enfermera que lo ha cogido se pasó toda la tarde en su box. Los dos pacientes que tenía nos los cedió a nosotras, por lo que pasamos la tarde llevando a tres pacientes, y ha sido un poco locura.

A lo largo de la tarde, a uno de los pacientes se le salió la sonda nasogástrica y había que colocarle otra. La enfermera me preguntó si quería hacerlo yo y, por supuesto, dije que sí.

La sonda nasogástrica se coloca de la siguiente manera:
* Se mide la longitud de sonda que hay que introducir (nariz, lóbulo de la
   oreja y apófisis xiifoides)
* Se lubrifica el extremo de la sonda
* Se introduce la sonda por la fosa nasal
* Se empuja la sonda pidiendo al paciente que haga movimientos de
   deglución
* Continuar empujando la  sonda hasta llegar a la marca del tope
* Comprobar que la sonda está en el estómago (aspirando contenido
   gástrico, insuflando aire con una jeringa y auscultar en epigastrio)
* Fijar la sonda con esparadrapo

http://www.enferurg.com/tecnicas/sondanasogastrica.htm

En nuestro caso, realizamos todos los pasos, comprobando la colocación de la sonda mediante la insuflación de 15 cc de aire y auscultando con el fonendoscopio.

Nos encontramos con dos problemas: el primero fue que al introducir la sonda el paciente comenzó a toser. Paré la introducción y comencé a sacar la sonda, porque pensé que si tosía indicaba que estaba introduciendo la sonda por vía aérea.
Esto sucedía porque el paciente no colaboraba a la hora de deglutir, así que la enfermera cogió una jeringuilla con agua y le fue dando de beber mientras yo intruducía la sonda, y de esta manera fue más sencillo.

A pesar de que estando en cuarto yo creo que es bastante extraño, fue la primera vez que coloqué una sonda nasogástrica. Sabía cómo se hacía, tenía la teoría aprendida, pero nunca lo había hecho, a tres meses de acabar la carrera.
Y no solo una sonda nasogástrica: hay varias técnicas que no he realizado todavía(como sondar a un hombre, que es muy habitual) y a las que me da miedo enfrentarme sola el día de mañana cuando empiece a trabajar.

He empezado a pensar y me he dado cuenta de que me da mucho miedo acabar y enfrentarme a trabajar yo sola, por la cantidad de cosas que no he hecho o ante las que no he sabido reaccionar. Situaciones desde la colocación de una sonda, hasta reaccionar ante una parada cardiorrespiratoria.
Muchas veces se nos dice que se aprende en realidad trabajando y cogiendo así experiencia, y que salimos más preparados de lo que pensamos. Pero en realidad, a día de hoy a mi eso no me tranquiliza. Siento que se acaba la carrera, que el día de mañana voy a estar yo sola dando la cara y me agobia muchísimo.
Tengo miedo de no ser capaz de hacer las cosas por mí misma.

Por eso lo que espero es que el tiempo que me quede de prácticas pueda aprender y practicar varias cosas para mejorar y acabar la carrera más preparada.

miércoles, 3 de abril de 2013

MALAS NOTICIAS

Se han acabado las vacaciones de Semana Santa y hemos vuelto, por fín, a las prácticas en la UCI.

La vuelta se me ha hecho algo durilla: me sentía algo perdida, como si fuese a cámara lenta para todo. ¡Ha sido una sensación horrible! Era como si en las vacaciones se me hubiese olvidado cómo trabajar, y me costaba el doble de tiempo hacer las cosas.

He tenido una buena noticia, y es que la chica sobre la que hablé en el blog anterior, finalmente, salió adelante. Se le dio el alta.

Por otro lado, según llegamos a la unidad, se nos dijo que una mujer que estaba en uno de los box no salía adelante, que dejáramos pasar a la familia a despedirse y que se le retirase la medicación.
Al pasar la familia me sentí realmente mal, es una sensación de impotencia muy grande.
A mí siempre me ha costado mucho saber qué decir o qué hacer en este tipo de situaciones. Creo que todo lo que diga será absurdo teniendo en cuenta la situación, que a la persona con la que hablo le va a dar igual porque lo escuchara de mí, como de otras treinta personas más que le dirán exáctamente lo mismo.


Dándole vueltas a esto llegué hasta el pensamiento de: si me cuesta decirle alguna palabra a los familiares una vez ya saben lo que hay, ¿qué haría poniéndome en el lugar de los médicos a la hora de darles la mala noticia?, ¿cómo se le comunica a una familia que su hija, madre, padre no va a sobrevivir?

Me parece muy importante saber cómo realizar esta tarea de comunicación, a pesar de que sea el médico quien lo hace, así que he buscado algo de información sobre el tema y he encontrado un PDF con una especie de protocolo a seguir, para que la comunicación sea lo más llevadera posible:
http://www.nureinvestigacion.es/FICHEROS_ADMINISTRADOR/PROTOCOLO/pdf_protocolo_31.pdf

En este protocolo se incluyen los miedos que el personal sanitario puede tener a la hora de dar una mala noticia, como el miedo a causar dolor, el dolor empático, el miedo a ser culpado, el miedo a decir "no sé" o el miedo a la propia muerte.

Después vienen una serie de pasos a seguir para conseguir que la comunicación de algo doloroso sea lo más llevadera posible:
1º. Preparar el entorno:
        Buscar un lugar tranquilo, favorecer que no haya interrupciones  
        (desconectar el teléfono, preguntar si se prefiere estar
        acompañado...). Hay que favorecer un ambiente de calma.
2º. ¿Qué sabe el paciente?
         Preguntar para conocer lo que el paciente o la familia sabe sobre el
         estado de salud es muy importante, para saber hacia dónde guiar la
         conversación y saber qué les preocupa.
3º. ¿Qué y cuánto quieren saber?
         Identificar estas dos cosas es muy importante porque hay algunos
         que prefieren no saber nada, pero se les da la opción de hablar
         más adelante.
4º. Informar:
          En este momento se da la información de una manera clara y
          con un lenguaje sencillo. Hay que asegurarse de que el paciente o
          la familia comprenden lo que se les dice, y es bueno que se les
          pida al final que nos cuenten lo que han entendido.
5º. Apoyo al paciente/familia:
          Tras la información se pueden dar varias reacciones, por lo que
          hay que promover que se expresen los sentimientos y ayudarles a
          sobrellevarlos.
6º. Plan de cuidados:
           Hay que plantear los cuidados que se van a llevar a partir de ese
           momento, como paliar los síntomas.
7º. Autochequeo del profesional:
           En este punto el profesional sanitario debe analizar los
           sentimientos y actitudes que ha tenido para mejorar su práctica
           clínica diaria, y para evitar el burnout.

Creo que estos pasos pueden ser útiles a la hora de comunicar una mala noticia a un paciente o a una familia, en este caso, pero también creo que es muy complejo llegar a manejar esto bien. Llevarlo a la práctica es muy duro, y tampoco sabes con qué puedes encontrarte, ya que cada persona es un mundo y reacciona de una manera diferente.

Sé que este trabajo es necesario y que la familia, finalmente lo agradece, porque ya me he encontrado a los dos lados de esta situación tan difícil, y he dado las gracias al personal como me las han dado a mí, pero sigue pareciéndome una de las situaciones más difíciles con las que me encontraré.

Lo que espero es que, con el tiempo, pueda aprender a manejar lo mejor posible estas situaciones y a ser capaz de decir las palabras más adecuadas en cada momento, porque sé que realmente es importante para laspersnas a las que se les está informando.   

viernes, 22 de marzo de 2013

JUVENTUD EN LA UCI

Siempre he pensado que ingresar en la UCI debe ser una experiencia muy traumática, sobre todo si estás consciente y orientado. Pero nunca me había planteado lo que debe suponer en una persona jóven.

Hace dos días llegó un ingreso de la urgencia: venía por un distrés respiratorio y estaba en el box doce. Cuando pregunté por la paciente me contaron que era una chica de quince años que no se sabía qué tenía.
Dejaron pasar a los padres porque la chica estaba muy inquieta y asustada, y quería que estuviesen con ella. Al irse nos dijeron que se había quedado dormida. Terminó mi turno y me fui a casa.
Al día siguiente, al llegar a coger el parte, vi que la chica estaba sedada, intubada y con muy mal aspecto. Se le han realizado pruebas de todo tipo y no se ha descubierto qué tiene, solo hay sospecha de Gripe A, por lo que también está en aislamiento.

Con este caso estoy bastante preocupada:

Al principio pensé en cómo debía sentirse la paciente al ingresar. Solo tiene quince años, y de ir a urgencias por no respirar bien a acabar en la Unidad de Cuidados Intensivos hay diferencia.
Por mucho que se diga que los chicos hoy crecen más deprisa y se hacen independientes antes, pienso en mí con quince años y no me imagino separada de mis padres en una situación así. Además, la UCI es una unidad en la que ingresa gente que está grave y necesita muchos cuidados, y saber que te han derivado ahí tiene que dar muchísimo miedo.

Es de lo más normal que la paciente estuviese inquieta y quisiera ver a sus padres. Ver que te meten en una habitación, que pasan varios enfermeros, médicos, que te hacen pruebas... es una situación muy estresante. Si yo me pusiera en su caso, estaría muerta de miedo pensando en qué es lo que tengo y cómo será de grave, en si me recuperaré y cuándo.

Al verla sedada e intubada al día siguiente me temí que el caso era más grave de lo que esperaba. Quizá por el simple hecho de verla tan joven imaginé que se la podría tratar estando consciente y sin necesidad de llegar a ese extremo, que tenía que ser fuerte.
Pudimos ver una radiografía de tórax que se le había hecho para valorar los pulmones, y la verdad es que estaban muy perjudicados.

Por último, nos dijeron que se le habían hecho todo tipo de pruebas y que no conseguían dar con la causa de los síntomas, pero que se barajaba una posible Gripe A. Como  no sabía demasiado sobre este tema, He investigado un poco y he encontrado una página de la OMS (Organización Mundial de la Salud,  http://www.who.int/csr/disease/swineflu/faq/es/index.html), en la que vienen las preguntas más frecuentes sobre la Gripe Aviar:


"La gripe por A es una infección respiratoria aguda y muy contagiosa de los cerdos, causada por alguno de los varios virus gripales de tipo A de esa especie. La morbilidad suele ser alta, y la mortalidad baja. El virus se transmite entre los cerdos a través de aerosoles, por contacto directo o indirecto, y a través de cerdos portadores asintomáticos. La incidencia es mayor en otoño e invierno en las zonas templadas. Muchos países vacunan sistemáticamente a sus cabañas de cerdos contra la gripe por A.
Estos animales pueden verse infectados asimismo por virus de la gripe aviar y por los virus gripales estacionales que afectan al hombre. Se cree que el virus porcino H3N2 procede del ser humano. A veces los cerdos se ven infectados simultáneamente por más de un tipo de virus, lo que permite a éstos intercambiar genes. El resultado puede ser un virus gripal con genes de diversa procedencia, lo que se llama un virus "reagrupado". Aunque los virus de la gripe porcina son normalmente específicos de esa especie, en ocasiones saltan la barrera interespecies y provocan la enfermedad en el hombre".  

En el ser humano, los síntomas son como los de la gripe estacional, por lo que es difícil diagnosticarla, porque se pasa por alto como si no fuese más que eso, una gripe estacional.
La Gripe A se transmite a las personas a través del contacto directo con cerdos infectados, o en algunos casos, entre personas de un grupo cerrado y con contacto estrecho.
Todavía no hay ninguna vacuna contra este tipo de gripe, pero si que hay algunos paises con antivíricos para la gripe estacional, que son efectivos en estos casos.


A mí, tras haber leído esta información, no me parece que esta niña tenga solo síntomas de una gripe estacional; si tiene fiebre, pero el distrés respiratorio no me lleva a pensar en una gripe estacional. De todas maneras me alegra saber que se hace todo lo posible por encontrar la causa, y que se hagan las pruebas de la Gripe A para descartarla también. Me gustaría que descubriesen cuanto antes qué es lo que tiene, porque ver a una paciente tan jóven en una situación tan crítica es muy dura.

También he pensado en la posición de la familia de la paciente: al salir a la zona de familiares la madre estaba llorando y el padre muy serio. Me imagino cómo debe ser la situación de tener a tu hija en la UCI y con la presión de no saber qué le ocurre. Tiene que ser horrible.

¿Qué se  le dice a unos padres con una niña de quince años ingresada en una UCI?
Lo cierto es que en este tipo de caso si que no sé cómo actuar porque me siento incapaz de hablar con esos padres. No sabría cómo hacerlo ni cuáles son las palabras más adecuadas para que esta experiencia sea lo menos dolorosa posible.
Tenemos un trabajo muy duro en este aspecto, sobre todo en un caso como este, en el que el paciente que atendemos es tan joven. Parece que la situación es mucho peor que en un adulto.

Ya hemos llegado a la Semana Santa y tenemos unos días de vacaciones, por lo que no podré seguir a esta paciente, pero espero que se consiga saber qué tiene y se recupere.

miércoles, 20 de marzo de 2013

CURIOSIDADES

Hoy la planta ha estado bastante complicada. Hay muchos pacientes en situación muy crítica o que no avanzan, y ha habido nuevos ingresos.


Hoy he llevado a una paciente que me ha llamado mucho la atención. Tiene una cantidad increíble de antecedentes personales muy complejos, entre ellos una esclerodermia.
Nunca había oído hablar de esta enfermedad y quería saber más, por lo que me he dedicado a buscar información sobre ella.

He encontrado una página ( www.esclerodermia.org ) en la que explica que la esclerodermia es una enfermedad muy rara llamada "enfermedad de la piel dura".
Esta enfermedad es de etiología desconocida, se considera autoinmune, es decir, una reacción del sistema inmunitario del cuerpo contra sus propias proteinas. Se cree que es de origen poligénico (que participan varios genes) y que hay posibles influencias ambientales.

Hay varios tipos de esclerodermia según el grado de afectación en la persona, y la peor es la esclerodermia sistémica. Se puede leer en la información sobre la enfermedad que "se caracteriza por desarrollo de FIBROSIS (tejido cicatricial) tanto en la piel como en algunos órganos internos (sistémica), especialmente los vasos sanguíneos, el corazón, los pulmones o los riñones".

Reflexionando sobre lo que he podido leer ( más extenso en la página), me he a gustiado bastante. Es una enfermedad complicada, sin tratamiento específico y muy incapacitante.
La piel empieza a volverse fina, frágil y conlleva incluso la pérdida de extremidades por la mala perfusión sanguínea. De hecho la paciente que yo he llevado ha perdido dos dedos en el pie por isquemia y otro en la mano.

Poniéndome en su lugar me resulta muy complejo ser capaz de vivir con esa enfermedad; viendo día a día cómo avanza y empiezas a perder movilidad, notas dolor en cuanto te tocan y, sobre todo, sabiendo que el desenlace de la enfermedad es la muerte. Al afectarse los órganos por fibrosis dejan de realizar bien su función, hasta que la afectación llega al grado de que el órgano no puede seguir forzándose y se de un fallo sistémico que no remonta.
Creo que las personas con este tipo de enfermedad deben sufrir mucho pero, a la vez, deben ser de las que más disfruten cada día y las más valientes, porque no saben cuándo su enfermedad puede avanzar de tal manera que el cuerpo comience a fallar y, aun así, siguen con su vida.

Espero que algún día se encuentre una solución para este tipo de patología y que se pueda invertir en ello. Hasta entonces, espero ser capaz de realizarle a este tipo de pacientes los mejores cuidados posibles para hacerles más llevadera su enfermedad y, sobre todo, ser capaz de darles el apoyo y comprensión que necesitan.

¿AISLADOS DEL MUNDO?

En la entrada anterior hablé un poco de la soledad que sienten los pacientes que ingresan en la UCI y de la importancia de que hablásemos de  vez en cuando con ellos para no sentirse así.

Hoy voy a hablar de algo parecido, de la soledad que sienten pero llevada al extremo: voy a hablar de los pacientes aislados.


 
Últimamente hay muchos pacientes aislados en la unidad, y la verdad es que significa un aumento de tiempo de atención bastante grande. La carga de trabajo aumenta, ya que el simple hecho de vestirte y desvestirte cada vez que entras a una habitación es muy cansado (sobre todo teniendo en cuenta que se entra como mucho cada hora  a constantear mínimo), además del gasto sanitario en material que conlleva.
Lo normal es pensar que al llegar a la unidad y ver tantos aislados, el personal se desanime por el trabajo que conllevan (a mí, personalmente, me da mucha pereza el vestirme y desvestirme cada vez que paso a ver a un aislado), en cambio no nos solemos parar a pensar en lo que supone el aislamiento para el propio paciente.

Durante estas semanas he escuchado a los pacientes quejarse de lo duro que es estar en la UCI porque no pueden hacer nada: no hay nada para entretenerse como una televisión, sus familiares solo tienen una hora por la mañana y otra hora por la tarde de visita... Y los pacientes se aburren.

Tiene que ser duro pasar el día entero prácticamente solo y sin nada que hacer. Que se  te junte el día con la noche y solo puedas dormir, pensar o cruzar un par de palabras con el personal sanitario cuando pasan a la habitación a constantear, asearte o cambiarte de postura(y eso solo en el caso de que seas un paciente que pueda hablar).

Si yo fuese paciente de la UCI estaría muy triste y apática porque odio estar sola, y me imagino que habrá mucha gente como yo. De todos modos no es estar solo completamente  porque ves al personal a través de los cristales, les escuchas hablar porque la puerta está abierta, pasan a la habitación a cuidarte...

Esta última semana me he planteado el caso de llevar esta sensación a otro nivel más alto:
Hay un paciente en la unidad que lleva ingresado unos 4 meses ya. La semana pasada se le aisló y el paciente cambió. Se puso muy triste y llegó a llorar por el aislamiento.

Este hombre me ha hecho pensar en lo que supone el aislamiento para el paciente.
En momento en que te aislan la soledad se multiplica, y me llama la atención porque, en realidad, lo único que cambia es que las habitaciones permanecen con la puerta cerrada. Siguen viéndonos igual detrás del cristal y seguimos trabajando igual con ellos, a pesar de que nos tenemos quue colocar mascarilla y bata.
Quizá lo que para nosotros es una simple puerta para los pacientes es todo un mundo, su vía de comunicación con los demás. Es la manera de ver que no estás solo, si no que escuchas al personal hablar, reirse... y no solo les observas detrás de un cristal, como si tu no pertenecieras a ese mundo. Además, el entrar a la habitación tan tapados debe ser raro para el paciente, como impersonal. Con la mascarilla no sabes quién te habla, y ver a gente así vestida debe ser incluso desagradable, y más sabiendo que se visten así porque algo te pasa.

Tras toda esta reflexión he llegado a la conclusión de que llevar un paciente aislado es una gran carga de trabajo pero no tanto por el hecho de vestirnos, desvestirnos... si no por el propio paciente. Porque la mayoría del trabajo lo tenemos con él, ya que hay que hacer especial hincapié en hablar con ellos y hacer que se sientan acompañados. Porque aun que son los que más carga de trabajo tienen, también son los que más nos necesitan.


jueves, 14 de marzo de 2013

ESCUCHANDO

Ayer fue una tarde tranquila, bueno, todo lo tranquila que se puede tener un turno en la UCI.

No hubo ningún problema ni ningún susto con el que correr, por lo que tuvimos algo más de tiempo para hacer cosas o para entrar a ver técnicas que todavía no habíamos visto, como la colocación de un tubo de tórax.

Lo del tubo de tórax lo comentaré más adelante en otro blog, pero el de hoy lo quiero dedicar a una de las pacientes que llevo.

Ya que tuvimos más tiempo, aproveché para acercarme al BOX3. En el hay una paciente que está consciente y orientada, por lo que se puede hablar con ella perfectamente.
En el parte que nos contaron los enfermeros de la mañana nos dijeron que había que retirarle la vía arterial, pero que no habían sido capaces porque la señora se quejaba de que el manguito de la tensión le apretaba muchísimo. Que prefería tenerla puesta y que la controlasemos así.
También nos dijeron que se le había pautado cama-sillón, pero que habían intentado levantarla y a los 10 minutos se quejó de sentir mareo y la  volvieron a tumbar en la cama.

Cuando me acerqué a constantear a la paciente me preguntó cómo la veía, si mejor o peor. Yo le pregunté cómo se encontraba ella, a lo que me contestó que se encontraba algo mejor.
Le dije que eso era todo lo que tenía que importarle, que si se encontraba mejor sería porque iba bien. Y aproveché para decirle que teníamos que intentar sentarla en el sillón un ratito a ver qué tal, a lo que puso mala cara y me dijo que no quería, que se mareaba y lo pasaba muy mal. Intenté hacerle cambiar de opinión porque creo que, si la sentamos y va con idea de que se va a encontrar mal y se va a marear, al final es lo que va a pasar.
Le dije que había que ir intentando sentarse cada día y ver hasta dónde va tolerándolo el cuerpo, que cada día sería un poquito más. Y que tenía que tener en cuenta también que cada día su cuerpo mejora, y que cada día estará más a gusto sentada sin tener problemas de mareo.
Finalmente la paciente me  dijo que tenía razón, que lo iba a intentar.

Cuando la sentamos nos quedamos un ratito con ella porque aprovechamos ese momento para quitarle la vía arterial y estuvimos hablando, así estaba entretenida.
Al terminar, nos fuimos al control y vi que ya quedaba poquito para que entrasen los familiares, así que me volví a la habitación a seguir hablando con la paciente hasta que entrasen a verla. Pensé que hablando y estando ocupada se acordaría menos del cansancio de estar sentada.

Me estuvo contando un montón de cosas sobre su familia: sus hijos, sus nietos, cómo la acompañaban todos los días y que en la planta siempre había alguien con ella, que nunca la dejaban sola. Cuando nos quisimos dar cuenta ya entraban los familiares, así que la deje con su familia, todavía sentada en el sillón durante una hora más.

Al irse nos pidió que la tumbásemos, que ya estaba algo cansada. Yo me sentí muy bien porque aguantó cerca de dos horas sin quejarse y sin mal estar.

He mirado algunas cosas que se han escrito sobre lo que se siente en la UCI y he encontrado el siguiente artículo:
*  Beltrán Salazar Óscar Alberto. La unidad de cuidado intensivo, un lugar para quedarse solo. Invest. educ. enferm  [serial on the Internet]. 2009  Mar [cited  2013  Mar  14] ;  27(1): 34-45. Available from: http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-53072009000100003&lng=en.

Es un estudio sobre lo que sienten los pacientes en una Unidad de Cuidados Intensivos. Me fijé que de  lo que más les importa es la soledad que sienten en esta unidad; quizá creía que el propio estado de salud era lo que más tenían presente, y en realidad le dan mucha importancia a no tener con qien hablar.
El estar todo el día sin nada que hacer, sin nadie con quien hablar, escuchando ruidos raros de bombas y máquinas.
Poniéndome en su lugar creo que debe ser horrible sentirte tan aislado y el aburrimiento del día a día.



Por eso me he dado cuenta de lo importantes que podemos ser para los pacientes que están ingresados, que el simple hecho de hablar con ellos un poquito cuando vamos a constantear, o pasarnos cinco minutos que tengamos libres a preguntarles cómo se encuentran es lo que marca la diferencia, y ellos lo agradecen mucho.

Cuando me acerqué a tomar las constantes de última hora, la paciente estaba algo destapada en la zona de los hombros y fui a taparla. Me dio las gracias y me dijo: "Que Dios te lo pague". Para mí eso fue como la manera de agradecerme que ayer le dedicase esos ratos, que hablase con ella.

Ayer me fui muy contenta, y espero poder seguir ayudando a los pacientes a sentirse menos solos.

miércoles, 13 de marzo de 2013

¿CUÁNDO PARAR?

Ayer fue un día raro:

Por un lado la tarde ha sido más o menos tranquila, en relación al trabajo con cada paciente y el estado general de la planta.
Pero por otro lado se ha dado una situación en la que no he podido dejar de pensar durante todo e turno, ya q ha sucedido a primera hora:

Desde hace dos días estaba ingresada una paciente de 61 años que acudió a la urgencia por mal estar general. Finalmente acabó ingresada en la UCI sedada, intubada y haciendo tensiones de 30/10 mmHg. Tenía puesta medicación vasoactiva para intentar regular su hipotensión, mientras se buscaba la causa de este cuadro.

Ayer escuché a una de las doctoras de la unidad decir que, con las pruebas realizadas a la paciente, se veía perfectamente que estaba mal, que no iba a mejorar.
De hecho, a última hora la paciente se hipotensó y al llamar a la doctora puso cara de " ¿ y qué hacemos? Si es normal". A pesar de ello se estabilizó a la paciente pasándole volumen.

Hoy, al llegar a la unidad, nos hemos encontrado con que la familia estaba en la habitación despidiéndose de la paciente. El turno de mañana nos ha contado que, volviendo a ver el scanner que se le realizó anteriormente, se veía perfectamente un aneurisma de aorta del 80%, exactamente el mismo scanner que se vio el dia anterior y del que se dijo que tenia un pequeño aneurisma del 10%, y que eso no era problemático.
El turno de mañana ha mantenido a la paciente con toda su medicación hasta que ha llegado el turno de tarde, momento en el que se ha retirado todo, excepto la sedación, para dejar que se fuese tranquila.

Lo que yo me planteo en esta situación es el por qué se ha seguido manteniendo a esta paciente con vida si no había opción. Entiendo que en situaciones límite se agote hasta el último cartucho, y que tenemos la posibilidad de salvar vidas gracias a las máquinas y avances tecnológicos de los que disponemos.
Pero contrariamente, veo una crueldad el mantener con tratamiento a alguien que sabes que no va a poder salir. Me parece que hay que buscar el límite entre salvar vidas y prolongar lo inevitable.

En el caso de esta mujer se sabía desde ayer que no tenía oportunidad de mejorar,  así que ¿ por qué se ha mantenido el tratamiento hasta hoy a las 3 o 4 de la tarde? ¿ en realidad tenía alguna posibilidad?

Encontré un artículo que, al leerlo, me dejó muy triste:
* Gálvez González María Antonia. La UCI y el "amor tecnológico". Index Enferm  [revista en la Internet]. 2008  Sep [citado  2013  Mar  13] ;  17(3): 214-216. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1132-12962008000300014&lng=es.  http://dx.doi.org/10.4321/S1132-12962008000300014.

Habla sobre el caso de un paciente al que también se le mantuvo a través de las máquinas de la UCI, aun que ese caso es mucho más claro y visual.
Me hizo pensar y elegir este artículo un párrafo que decía:
" En la era de la tecnología hemos aprendido que somos superiores y que existe una solución técnica para cada problema. Ahora tenemos pendiente el duro trabajo de desaprender que no somos dioses y aprender que la tecnología también debería tener sus límites "
 
Lo que me llevo del día de ayer, sin duda, es aprender que el trabajo en la UCI no se limita a mejorar el estado de salud del paciente, si no a ayudar al paciente que no consigue continuar a irse de la mejor manera posible, y ayudar a las familias de esos pacientes.  Apoyarles y acompañarles.
Intentar hacer más llevadero ese momento.

martes, 12 de marzo de 2013

ESTRÉS

Ayer comencé mi segunda semana en la UCI.
Estaba algo tensa por si, al pasar el fin de semana, había perdido un poco la dinámica de trabajo ya que, llevando una sola semana, no he podido asimilar e integrar todo llo que se realiza. Todavía no he podido acostumbrarme a controlar bien el trabajo que se realiza, y aun que solo han sido dos días (sábado y domingo), estaba algo nerviosa por si olvidaba algo.



Al llegar a la planta para coger el parte me encontré con el personal revolucionado. Una de las pacientes se había quedado en asistolia y hubo que reanimarla.
Además, al darnos el parte nos contaron que la mayoría de los pacientes que  teníamos estaban bastante malos, y que íbamos a tener una tarde interesante.

Al ver tanto estrés y movimiento en la planta me agobié mucho y no sabía qué hacer. Nunca me he enfrentado a una situación tan límite como una parada cardiorreespiratoria, y no sé si sabría reaccionar ante algo así.
Es algo que siempre me ha dado miedo, no saber qué hacer cuando hay que correr, porque los pacientes no dejan de ser personas, seres humanos que merecen tener la mejor atención posible para conseguir salir de ese tipo de situaciones.

A pesar del pronóstico de tarde que teníamos el turno fue bastante tranquilo: Las dos pacientes que yo llevé tenían su problemática pero pasaron la tarde tranquilas, sin sobresaltos.
Pero en el último momento la mujer que se había parado por la mañana volvió a bajar a tensiones límite y hubo que pasarle volúmen a la vez que la enfermera que es mi tutora cargaba varias medicaciones del carro de  parada.

Yo me quedé con mi compañera en la puerta mirando qué se hacía en ese caso, pero lo cierto es que, quitando el intentar remontar la tensión pasándole volumen, del resto de cosas que se hicieron no nos enteramos de nada. Me agobia no saber cómo reaccionar ante una situación así por si el día de mañana me toca a mí vivirla.
Hoy intentaré sacar un huequecillo para preguntarle a mi tutora cómo reaccionar ante una situación así y qué fue lo que cargó.

Es duro pensar en qué servicio estamos porque, aun que es muy bonito conseguir que la gente salga adelante, también son personas muy críticas y no todas lo consiguen. Hay que tener mucha fuerza para no llevarte las cosas del hospital a casa, porque no es fácil pensar en los pacientes que tienes en la unidad.

De hecho, al llegar una de las enfermeras de la nohe y enterarse de lo que había pasado con la paciente que se paró por la mañana, y que en nuestro turno había tenido esa bajada de tensión, se agobió y empezó a llorar. Lleva poco tiempo trabajando en este servicio y contaba que esa noche anterior había soñado con esa muer.
El resto de personal le dijo que no pasaba nada, que todo el mundo había empezado en algún momento de nuevas y que a todos les había costado, que era normal sentirse así y lo que había que intentar era no llevarse el trabajo a casa. Que hay que intentar desconectar cuando sales del hospital porque si no te amargas, porque es un trabajo muy duro.

Yo estoy preocupada porque me siento como ella, me veo más preocupada por los pacientes incluso al salir del hospital, que desconectando y centrándome en mis cosas cuando acaba mi turno. Me da miedo no ser capaz de discernir y poder centrarme en las dos cosas: en el trabajo cuando estoy en el hospital, y en mi vida cuando salgo de allí.

He encontrado un blog ( http://www.hoymujer.com/Hoy/mujeres-hoy/contrareloj-diario-enfermera-662524012012.html ) en el que se cuenta el día a día de una enfermera de la UCI, con entrevistas a varias enfermeras del servicio,  una de ellas comenta:
" Aunque me he ido curtiendo con los años, no puedo evitar que me afecte. Por eso es tan importante aprender a desconectar, porque si te llevas el disgusto a casa, sufres mucho. Así que cuando tengo un mal día y estoy muy sobrepasada, me voy a pasear "

La conclusión a la que llego es que el trabajo en este tipo de unidad es duro, muy duro, pero también es necesario que haya profesionales que se dediquen a ello porque todo paciente se merece que se luche por él. Porque no solo hay momentos malos, también hay alegrías muy grandes cuando uno de los pacientes, gracias al trabajo de la planta, consigue salir adelante y subir a la planta.

jueves, 7 de marzo de 2013

¿MIEDO O VALENTÍA?

Ha sido un día duro.
Uno de los pacientes que he llevado es un chico jóven, que no llega a los 30 años, y está ingresado por un intento de suicidio. Se intoxicó por una ingesta elevada de un fármaco y, por lo que sabemos a través de la familia, no es la primera vez que lo hace.




En realidad a este paciente también le llevé ayer, pero hoy ha habido algo que me ha hecho irme de las prácticas sin poder pensar en otra cosa que no fuese él:
Durante la hora de la visita de las familias me he acercado un segundo a la habitación a tomarle las constantes, ya que se realiza cada hora, y apuntarlo en el registro.
Al entrar en la habitación me encontré con la madre del paciente. Estaba muy preocupada y me pregutó cómo se encontraba su hijo y si se iba a poner bien. Lloraba y no hacía más que repetir que no entendía por qué su hijo hacía eso, que ya era la segunda vez y que no sabía qué hacer.
Después entró su primo, preguntando también por su estado y queriendo quedarse con toda la información bien para poder transmitirla al resto de familiares.

Llegados a este punto empecé a pensar y a preguntarme a mí misma sobre qué es lo que puede hacer que este chico quiera morirse. Hay que partir del punto de que, este paciente, padece una enfermedad psiquiátrica, pero no se sabe cual. Reflexionando sobre ello se puede pensar que es esta enfermedad de base la que le impulsa a realizar estos actos autolíticos, pero fui más allá mientras le daba vueltas de camino a mi casa: en este caso concreto se podría pensar que un brote psiquiátrico es lo que le ha llevado a ingerir las pastillas. Pero, ¿y la cantidad de personas que intentan suicidarse sin esta causa?

Me hace pensar mucho este tipo de cuistión porque, por ejemplo en el caso de este paciente,  tiene una familia preocupada por él, con la que contar. La madre estaba realmente angustiada por su hijo, su primo también, este paciente no está solo. Y como él, hay mucha gente que intenta suicidarse (sin patología psiquiátrica que le lleve a hacerlo)  que también cuenta con un gran apoyo familiar.
Esto me hace plantearme qué motivos o qué situaciones son lo suficientemente fuertes para que sobrepasen a estas personas, y que prefieran desaparecer a enfrentarlo. Gente joven, como este chico, que tiene toda una vida por delante de oportunidades, sueños, disfrutar de su gente y su familia... y dejan todo eso de lado.

Empecé a buscar información para intentar entender un poco más qué es lo que lleva a las personas a realizar un intento de suicidio o a suicidarse, si lo consiguen. Encontré este artículo:

  * Pérez Barrero Sergio Andrés. El suicidio, comportamiento y prevención. Rev Cubana Med Gen Integr [revista en la Internet]. 1999 Abr [citado 2013 Mar 07] ; 15(2): 196-217. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21251999000200013&lng=es.

Me llamó la atención porque no solo te habla del suicidio en adultos, si no que refleja incluso los factores de riesgo de suicidio que aparecen en la niñez; cosas que se han podido vivir y no se han superado, o cosas que están viviendo en el momento actual y no consiguen sobrepasarlas (en el caso de suicidas muy jóvenes, adolescentes). Encontré los siguientes factores de riesgo:

  • Presenciar acontecimientos dolorosos (divorcio, separación, muerte de un ser querido).
  • Problemas con las relaciones paterno-filiales.
  • Problemas escolares.
  • Llamadas de atención de padres o maestros con carácter humillante.
  • Búsqueda de afecto y atención.
  • Agredir a otros.
  • Deseos de reunirse con un ser querido fallecido.

  • Planteándome cada uno de ellos me he dado cuenta de que son cosas que nos han podido pasar a cualquiera, y que probablemente durante nuestra vida, por desgracia, al memos una de ellas si las tengamos que vivir. Pero no por ello todo el mundo tiene ideas autolíticas, lo que me hace plantearme las grandes diferencias que hay entre las personas a la hora de afrontar una situación. Me hace plantearme la gran sensibilidad de algunas personas que son capaces de quitarse la vida por situaciones como estas porque les sobrepasan, porque realmente no pueden seguir adelante con ello.

    Es muy duro imaginar hasta qué punto una persona lo pasa mal como para llegar al extremo de quitarse la vida. Y de aquí sale el título de esta entrada del blog:
    Se puede pensar que el suicidarse es un acto de cobardía, de miedo, por no enfrentarte a la situación que se te plantea en tu vida. Pero por otro lado me pongo en el lugar de estas personas y, por muy mal que lo estuviese pasando, no me veo capaz de dar el paso a pegarme un tiro, o tirarme a las vias de un tren. Creo que hay que ser realmente valiente para apretar el gatillo, y aquí es dónde yo me pierdo en los pensamientos de un suicida, porque en realidad creo que hay que ser muy valiente para llegar a matarte (o a intentarlo), y saber que llegan a tener esa valentía me llama la atención, porque no entiendo por qué no la utilizan en su día a día para superar esa sitación que les sobrepasa. ¿Por qué esa valentía si sale a la hora de suicidarse y no cuando se enfrentan a la stuación que les hace dejar de tener ganas de vivir?

    Y aquí es dónde mi cabeza ya no reflexiona, ya no entiende. Pero seguiré intentando entenderlo.

    martes, 5 de marzo de 2013

    SABER MIRAR

    Hoy al llegar a las prácticas me he sentido igual de perdida o incluso más que ayer, ya que mi tutora no estaba y todavía no conozco al personal de la UCI, y no sabía con quién me tocaría estar.

    Tras escuchar en alto el parte de cada paciente, se han hecho las reparticiones entre las 5 enfermeras que están de tarde y, finalmente me han puesto con una de ellas. Parece una tontería pero el hecho de acoplarte a una persona nueva en un servicio nuevo, a pesar de haberlo hecho ya variaas veces durante otros rotatorios, me sigue causando muchísimo estrés y nerviosismo, por lo que he comenzado la tarde algo tensa.

    Durante la tarde la enfermera me ha estado preguntando por cada cosa que íbamos mirando o haciendo, y pidiéndome una justificación objetiva de cada una. Por un lado me sentía mal por si no sabía contestar  o justificar mis contestaciones, pero por otro me ha ayudado muchísimo a mirar las cosas desde una perspectiva más amplia. Me ha enseñádo a no fiarme solo de las máquinas, si no a plantearme el por qué de las cosas y de esa manera, ayudar mejor al paciente.

    Por ejemplo, me ha puesto un caso de un paciente al que voy a constantear y al que me encuentro saturando al 85%, preguntándome qué haría.
    Lo primero que le he dicho es que me llamaría la atención esa cifra y que me fijaría en el paciente: si se escuchan secreciones, si le noto agitado o cianótico... y después avisaría a mi enfermera.

    Ella me ha dicho que después de avisar a mi enfermera, me dice que aun  que sature al 85% ese valor no es fiable y el paciente está bien, pero que aun así yo me quedo con dudas y quiero comprobarlo.¿Cómo lo haría?

    Me he puesto a pensar cómo justificar la saturación de ese paciente para saber si realmente el monitor me marca mal la cifra y el paciente está bien o si satura a 85% y hay que ver qué pasa. Finalmente le he dicho que le haría una gasometría para asegurarme del valor objetivo de oxígeno que tiene mi paciente en sangre.

    Ella me dice que se le hace la gasometría y que sale que satura al 100%. ¿Qué hago?

    En este punto me he sentido muy perdida. Sabía que el paciente estaba bien porque la gasometría me sale perfecta y la enfermera me ha dicho que el valor del monitor no es fiable. Pero no entiendo por qué es así, por qué sé que la curva del pulsioxímetro no está bien y en realidad las secreciones que le escucho al paciente no me están provocando una disminución de la saturación, por lo que deba aspirarle.

    Entonces la enfermera me hace pensar en los valores que yo veo en el monitor en la curva de la saturación: no solo está el % al que satura el paciente, también veo la curva de saturación y veo el pulso (el pulsioxímetro toma la saturación y el pulso). Si me fijo, veo que las pulsaciones que me detecta el pulsioxímetro son totalmente diferentes a las que me salen de FC en el electrocardiograma del monitor.
    Si soy capaz de detectar esta diferencia, me daré cuenta de que el problema es que el pulsioxímetro no está captando bien, probablemente porque el paciente está algo agitado y puede que se haya movido. Por eso la saturación está descontrolada.


    Con todo este ejercicio de reflexión he aprendido que no podemos simplemente fiarnos de los números que aparecen en un monitor y alarmarnos a la mínima, ya que muchas veces el problema no es del paciente, si no del aparataje. Eso es lo que hay que saber en la UCI: discernir entre lo real y lo alterado, saber cuándo hay que alarmarse y cuándo no. Saber cuándo correr y cuándo es solo un fallo de conexión, y para eso hay que ser capaz de integrar una gran cantidad de conocimientos que espero alcanzar durante este rotatorio.

    *  Rodríguez Hernández lyemai. El paciente neuroquirúrgico grave: Actuación de enfermería. Enferm. glob.  [revista en la Internet]. 2011  Ene [citado  2013  Mar  06] ;  10(21): . Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1695-61412011000100012&lng=es.  http://dx.doi.org/10.4321/S1695-61412011000100012.

    Buscando información sobre la monitorización en la UCI y su importancia, he encontrado el artículo citado arriba y, a pesar de no ser exactamente lo que buscaba, tiene una frase que resume totalmente lo que he aprendido el día de hoy y lo que espero que sea una de mis normas en mi TOP TEN a la hora de trabajar:

    "EN LA UCI NO HAY MEJOR MONITOR QUE LOS OJOS VIGILANTES DE LA ENFERMERA"